MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Comprendí lo que un jugador profesional necesitaba gracias a Ricard Casas. Me convenció para ponerme en forma y modeló mi mentalidad. Fue exigente, duro, en el mejor de los sentidos. Ha tenido una gran influencia en mi carrera.

Ricard Casas es un entrenador fantástico y trabajador, ejemplo de entrenador que crece con el equipo a la vez que hace crecer al equipo y a los jugadores. Ricard siempre está aprendiendo y se adapta a cualquier entorno, pero, lo más importante, es un gran amigo y una persona clave en la mejora de cualquier equipo que lo contrate.

Mi primera experiencia profesional fue como ayudante de Ricard Casas en la ACB.
Fue una experiencia impactante y aprendí mucho. Entre las muchas cosas que me enseñó, destacaría: la importancia de un método de trabajo, él siempre está mejorando y actualizando el suyo; su rigor en el desarrollo táctico del equipo; la táctica al servicio del talento, es un profesor que se implica con los jóvenes; tiene una defensa sólida basada en el scouting a largo plazo también; cada entrenamiento es 100% exigente. Un entrenador que consigue sacar el máximo potencial de sus equipos y de sus jugadores.

Si están buscando entrenador, buscaría una persona comprometida y trabajadora, con el deseo de mejorar él y su equipo, honesto y humilde. Alguien respetado por los jugadores, entrenadores y prensa y sobre todo, alguien de éxito y experiencia ganadora con selecciones. El único nombre que me viene a la cabeza es el de Ricard Casas.

Cuando el entrenador Casas llegó, el equipo mejoró su disciplina, y los resultados fueron cada vez mejores. Jugué mi mejor baloncesto con él durante tres temporadas. Me dio la confianza que necesitaba y me hizo un jugador más completo. Ricard Casas transmite su pasión a sus jugadores, está siempre dispuesto a ayudarlos. Presta atención a cada detalle en entrenamientos y partidos. Cada jugador conoce su papel en el equipo. Es el entrenador más honesto que he conocido y es justo con sus jugadores. Ha sido un honor jugar para él.

Nos conocimos en 1990 en el TDK Manresa donde actuó como primer entrenador, preparador físico, entrenador ayudante, dinamizador de la Unió Manresana, tutor de jugadores talentosos y, posteriormente, en la Federación Española como Seleccionador o entrenador ayudante de numerosas Selecciones, siempre con el objetivo de ayudar al crecimiento, rendimiento y evolución de jugadores, equipos y selecciones.
He convivido con él en numerosas actividades técnicas y cursos de entrenadores y he sido testigo del gran referente que es para cualquier entrenador por su prestigio y experiencias acumuladas y, sobre todo, por ser un dinamizador y estudioso de baloncesto y una persona honesta.